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viernes, 6 de enero de 2012

En un lugar de La Mancha....



         
          Hace tiempo que me ronda en la cabeza la idea de escribir algo sobre mi vida profesional. ¡Hay tantas anécdotas! ¡Tantas y tantas experiencias con niños y adultos!  El material da sobradamente para escribir un libro detrás de otro. Pero yo no soy tan ambiciosa, no tengo paciencia para estar mucho tiempo enredada en una misma cosa, lo que empiezo lo tengo que acabar casi de tirón, de lo contrario pierdo fuelle, me canso, lo arrincono y…¡si te he visto no me acuerdo!
          Por eso lo que voy a contar son pequeños recuerdos sacados de aquí y de allí, de los pueblos por los que he pasado, de los numerosos niños a los que he enseñado, de los compañeros que me han dejado huella, de las familias y sus problemas…en definitiva, una especie de picoteo mezclado con algunas cosillas de mi invención para hacer el relato un poco más interesante. No todo lo que se cuenta es verdad ni ocurrió así al pie de la letra, aunque tampoco hay nada que sea mentira porque todo está sacado de la experiencia de muchos años de rodaje.
           ¡En fin! Puesto que la imaginación es libre, cada cual que imagine lo que quiera, que es muy probable que a partir de este relato surjan otros muchos sin haberlo pensado.



          En un lugar de la Mancha, lo mismo que ocurrió con Don Quijote, comenzó mi historia. En un pueblecito pequeño y olvidado en medio de extensos viñedos que lo  desdibujaban y casi lo  hacían desaparecer, un puñadito de casas divididas por la carretera, único nexo de unión con las demás poblaciones más importantes. El ayuntamiento y la iglesia, símbolos del poder humano y divino, eran las dos instituciones que lo presidían. El primero se asentaba en la misma plaza, con sabor a antiguo y una balconada en madera bastante bien conservada,  la segunda alzaba su torre al pie de la carretera, tirando a las afueras. El exterior no era nada del otro mundo, cuatro piedras, una sobre otra, sin ningún estilo reconocido, su interior nunca lo visité. Tabernas, bares y otros lugares de diversión no había, salvo el casino, que daba comidas a los viajeros y por las noches cobijo a los trabajadores que se reunían a tomar unos “chatos de vino, y la “taberna del francés” que servía cervezas a la escasa clientela más joven.
          Era un pueblo de gentes sencillas, que se dedicaban al cuidado de las viñas y la tierra.

          Allí fuí a caer en mi primera experiencia docente.Lo recuerdo como si fuera ahora mismo. Era un 22 de septiembre, tenía 23 años y todo un libro de páginas en blanco para escribir con las palabras del día a día.

        La mañana estaba fresca pero el día se presentaba caluroso .Fué un día cargado de emociones ¡Ochenta kilómetros me separarían de mi casa! ¡De mi hábitat! Ochenta kilómetros de viaje en los que no hacía más que pensar cómo sería mi vida allí y qué tal me desenvolvería con la escuela. Cierto que no era la primera vez que daba clase,que ya había tenido mis prácticas en Magisterio y también había sacado algún dinerillo con las clases particulares que di en casa antes de aprobar las oposiciones, pero una escuela para mi sola, en la que yo tomara las riendas absolutas, no la había tenido nunca, y eso producía mucha desazón en mi estado de ánimo.

          - Aquí no tendrás problemas. Es un pueblo pequeño y tranquilo- Fueron las palabras que me dedicó el director del colegio al llegar y que tuvieron la virtud de apaciguar mi desasosiego. En realidad todo él infundía tranquilidad. Se le veía resuelto y acostumbrado  a estas cosas y más. Parece que le estoy viendo, estábamos en una habitación grande, con un ventanal amplio en el frente que iluminaba la estancia. Era un lugar  que hacía las veces de despacho y almacén a juzgar por la gran cantidad de cajas con material que se almacenaban en los rincones. Estábamos sentados en la mesa de dirección. Yo nerviosa como un flan, él tranquilo, reposado. Parecía de carácter abierto y afable, y se alegró de que estuviera allí, porque llevaban más de una semana esperando una maestra para los niños de cuatro años.  Me habló del horario, del pueblo, de los compañeros que tendría , y después,sin demasiados protocolos, me llevó a  conocer los que a partir de ese día iban a ser mis alumnos.

8 comentarios:

  1. Me has hecho recordar mis comienzos; cambiando lugares y paisaje, podría contarte lo mismo.
    Muy buena idea la que comienzas hoy.
    Te seguiré con interés y mucho de nostalgia.
    Un abrazo cariñoso.

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  2. La verdad es que cuando lo estaba escribiendo pensaba en tí y en todos los que lo habéis dejado ya para descansar merecidamente.Me gusta escribir , Juglar,y ya son muchos los recuerdos de personas, de lugares, de niños...que se agolpan en mi memoria. Por eso hacía tiempo que tenía pensado escibirlo en un papel para que perdurara en el tiempo.Este blog me dará la oportunidad de darlo a conocer a quien se quiera acercar.Gracias por seguirme. Seguramente mis recuerdos te llevarán a los tuyos, porque todos hemos pasado por experiencias parecidas. Ya sabes que yo no soy escritora, así que espero que seas benevolente con mis relatos. Un aabrazo

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  3. Soy una persona que me encanta recordar de echo abrí un blog con los recuerdos de mis abuelos
    También tengo recuerdos que se asemejan a los tuyos..Cuando uno comienza y la pregunta con que me encontraré?
    Seguiré acompañándote con esos bellos recuerdos amiga mia y tán nostálgicos
    Besitos mi niña

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  4. cosas muy interesantes se pueden leer en este blog, te sigo a partir de ahora.
    Un saludo
    Vero

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  5. Desde el comienzo hasta el final, he seguido emocionada tus primeros pasos de maestra nobel, que entrada tan prometedora....como consigues meternos en tu aventura...esto Pilar va a dar de si durante muchas entradas...ekarrikasko por compartir tan bello e interesante recorrido....
    no te dejes nada en el tintero .....y porfi hil
    vana bien cada recuerdo que seguro consigues unas crónicas de maestra entregada e "inovadora" de tecnicas creativas...adelante amiga!!!! seguro que cada vez irá aumentando
    los interesados en conocer tu trayectoria!!!!
    Un abrazo muy fuerte, sé que nos vas hacer disfrutar a tope!!!!!! Begoña

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    Respuestas
    1. Comparto absolutamente lo que nos dice Abedul. Estas experiencias tuyas son mágicas, nos aportan aventuras, moralejas, añoranzas, perspectivas y, sobre todo, mucho encanto y enganche.
      Siempre me atrajo enormemente la Docencia y mientras más tiempo pasa, más admiración y afecto siento por este colectivo, impagable, que sois nuestro brazo derecho en la formación de nuestros hijos, (y ahora nietos).
      ¡Me encanta tu blog!
      Un beso

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  6. Linda entrada, quedo a la espera de más de tus anécdotas.


    Un abraXo!

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