Todos sabemos la cantidad de conventos e iglesias que hay en Toledo, como buena ciudad medieval. Hoy en día han desaparecido muchos y se han habilitado para otros menesteres ( universidad, centros culturales y de ocio...), pero todavía hay algunos que se mantienen en pie, aunque con pocas religiosas. Vamos a concocer, a grandes rasgos algunas curiosidades sobre la vida de estas mujeres.
Duermen poco y trabajan tanto como rezan. Las carmelitas, por ejemplo, no tienen sillas, porque comen y cosen en el suelo. Las capuchinas duermen vestidas sobre una tabla,no tiene ni colchón ni almohada. Coser, lavar y confeccionar ropas sagradas era antiguamente su única ocupación. Pero los tiempos cambian, y obligadas por las circunstancias, se han visto forzadas a dar clases, elaborar mazapán, fabricar damasquinos, y hasta alojar a chicas estudiantes.
Contrariamente a lo que muchos piensan, sus privaciones las mantienen en perfecto estado de salud. Su afección más común es el llamado " callo del santo", que se les forma en las rodillas de tanto hincarse sobre el suelo. En los coros de los conventos no existen bancos ni reclinatorios. Las enfermedades que más les afectan son las de los ojos.
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Como se ve es una vida muy dura que no todos estaríamos dispuestos a llevar
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