LOS "DANZANTES Y PECADOS" DE CAMUÑAS
Es una tradición camuñera que se ha sabido mantener a través de los siglos, sobreviviendo a todas las épocas revolucionarias y anticristianas por las que ha atravesado.
En esta fiesta toman parte dos cofradías: los Danzantes y los Pecados, los cuales tiene que cumplir las condiciones de haber cumplido con la Iglesia y no tener a nadie en la casa sin bautizar. Ambas cofradías van vestidas elegantemente con ropas tradicionales y todos se cubren el rostro con caretas de figuras de animales.
Todos juntos salen en procesión, abiertos en dos largas filas. Los Danzantes delante de la Sagrada Custodia, van bailando con aros y sonajas. Corren uno por uno en dirección a la Custodia aullando con la cara tapada por la careta, y al llegar a ella, dan un brinco y se descubren.
Así van recorriendo las calles hasta llegar a la iglesia. Una vez allí, los Danzantes pasan, pero los Pecados, quedan en la puerta bramando. Al mismo tiempo que, con sus elegantes varas, arañan el suelo. En sus caretas de hocico de cochino, la figura más repugnante, están representados los pecados y en los aullidos y el arañar con las varas el suelo, la brabuconería de las herejías. La "pecaílla" es un hombre que se viste de mujer y representa la traición de Judas.
Es un espectáculo digno de ver y durante muchos días después de celebrado el Corpus los niños, en la escuela, eligen la imitación de lo que han visto como uno de sus juegos preferidos.
